La permanencia de Daniel Ortega como presidente de Nicaragua podría convertir al país centroamericano "en una Venezuela", pero con peores consecuencias, ya que no habría muchos países interesados en resolver la crisis, afirmó este jueves el excanciller nicaragüense Francisco Aguirre Sacasa.
"Mi temor es que Nicaragua va a convertirse en una Venezuela, y no creo que exista en el Grupo de Lima la voluntad de tener otra papa caliente en el hemisferio", dijo a Acan-Efe, Aguirre Sacasa, vía telefónica desde Washington.
LEA TAMBIÉN: Al menos 4 iraquíes mueren en el primer atentado suicida en Ramadán
Ortega enfrenta actualmente la mayor crisis de poder en sus 11 años de mandato, con multitudinarias manifestaciones que iniciaron hace 37 días, en las que han muerto al menos 76 personas como producto de la represión de la Policía Nacional y "fuerzas parapoliciales", según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
A la inconformidad local, Ortega y su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo, deben añadir el fastidio internacional, según Aguirre Sacasa, ya que en Washington "hay un profundo malestar por la muerte de casi 80 nicaragüenses, se considera que la represión del Gobierno de Nicaragua ha sido tremenda".
Exigen a empresarios de Nicaragua ir a paro nacional hasta que se vaya Ortega
Un grupo de manifestantes exigieron ete jueves al Consejo Superior de la Empresa Privada (Cosep) llamar a un paro nacional hasta que renuncie a su cargo el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, a quien responsabilizan de la muerte de al menos 76 personas en 37 días.
Aproximadamente medio centenar de personas se plantaron frente a la sede del Cosep, en las afueras de Managua, para exigir a los empresarios que cierren sus negocios, como medida de presión para lograr la renuncia del presidente.
LEA TAMBIÉN: Putin asegura que Kim Jong-un cumplió todas sus promesas para cumbre con Trump
Los manifestantes, que portaban la bandera azul y blanco de Nicaragua, expresaron su exigencia con consignas como "¡Paro nacional!", "¡Sólo el pueblo salva al pueblo!", "¡Pueblo únete!" o "¡Cosep, ¿a qué hora?".
Según los participantes de la protesta, el paro nacional es la única salida para lograr la renuncia de Ortega y su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo, quienes, desde su punto de vista, únicamente han mostrado interés en resolver los daños económicos de la crisis, sin reparar en las pérdidas humanas.
